Meditación

La meditación, concebida, según la tradición yóguica, es un aprendizaje que persigue un conocimiento, situado más allá de la realidad yóguica y de sus innumerables condicionamientos.

Y, sin embargo, en el corto plazo, los profesionales de la psicología apreciamos igualmente, en esta práctica, componentes terapéuticos cuya incidencia se refleja tanto en las respuestas motoras, como fisiológicas o cognitivas.

Por lo tanto, la meditación podrá ayudarnos a resolver y prevenir problemas de estrés, de ansiedad, de agotamiento mental, de desánimo e incluso de vacío existencial. Su práctica nos sitúa en la claridad del ser, y no en la repetición del hacer; nos brinda igualmente la oportunidad de experimentar la paz en el silencio del presente, la reparadora vivencia de la quietud del cuerpo y, finalmente, a través de su práctica, podremos recuperar la luz de la conciencia primigenia.